domingo, 27 de febrero de 2011

Corazón

[Pintura: "Despertar" de Javier Eliu]

Por Martín Cálix

Soy el corazón roto que deambula de tu sueño al abismo, soy el corazón que despedazaron los perros, soy el corazón valiente que se arrojo a sus garras y dientes. El corazón amurallado, el corazón desangrado, el corazón entristecido, el corazón de lunas sin ir a tus labios. Soy el corazón hecho basura en días de invierno, el corazón que aúlla la trova mística que viaja desde la Habana. Soy el corazón de fauces hambrientas, el corazón desnudo, el corazón camuflajeado, el corazón perdido de dolor, el corazón que reza para no sentirse tan solo.

Soy el corazón harto de ser la noticia del día, el corazón que huele a muerte, que besa, ama y desanda caminos para poder escribir. Soy el corazón que busca las luces amarillas de amores flagelados. Soy el corazón carbón, el corazón que huyó para ser sol y serpiente. Soy el corazón de rostros sin forma, de cuerpos tendidos en la conciencia de un militar, el corazón que nadie puede olvidar, el corazón que ya no sabe que es un corazón.

martes, 22 de febrero de 2011

Padura: la generación cubana a la que se le ocultó la verdad


La política del Gobierno "C" fue siempre la de ocultarle la verdad a las masas, en Cuba hoy el debate está abierto, lo cubanos seguramente se preguntan ¿que clase de revolución tenemos? ...Padura pertenece a una generación de escritores y artistas cubanos que ahora con la edición de "El Hombre Que Amaba A Los Perros" ven cumplirse un sueño, el de hablar abiertamente en la isla acerca de temas que antes estaban vetados, un ejemplo: la muerte de Trotsky.
Justificar a ambos lados
La página www.miamidiario.com publicó lo siguiente, pero ojo con ésta nota, que la página es de los gusanos de miami, el tema habrá que verlo en su pleno contexto:

"La tarde de hoy es una tarde en la que se rompen mitos y se cumplen sueños", afirmó Padura ante decenas de sus lectores, al comentar que algunas personas creyeron que su novela nunca iba a ser publicada en Cuba debido a su temática.El libro fue editado en España en 2009 por Tusquets y su versión cubana estaba prevista para 2010, pero finalmente la presentación tuvo lugar este martes dentro del marco de la Feria Internacional del Libro de La Habana, con sede en la fortaleza colonial de San Carlos de la Cabaña.Cientos de personas hicieron fila allí para adquirir el último título de Padura, quien entre bromas les deseó "suerte" en el intento de comprar el libro.La novela relata en tres tiempos el exilio y la muerte de Trotsky en México en 1940; la preparación y ejecución de su asesinato por el español Ramón Mercader, fallecido en La Habana en 1978, y la historia ficticia de un escritor cubano que conoce por casualidad a un Mercader ya viejo y enfermo.Con una vasta documentación, el libro se adentra en un mosaico de acontecimientos fundamentales del siglo XX, que van desde la revolución de octubre hasta la desintegración del bloque socialista, con informaciones poco o nunca divulgadas en Cuba.Considerado uno de los autores más populares de la isla, Padura insistió en que "El hombre que amaba a los perros" es un libro "profundamente cubano" que fue escrito y pensado desde la isla."Es una historia escrita desde el sentimiento, la experiencia, la cultura, la participación y desde la vida cubana para las personas que como ustedes comparten esa experiencia, esa vida, esa existencia cubana durante todos estos años", dijo Padura, de 55 años.Además, resaltó que el personaje cubano de la historia es "absolutamente metafórico" y reúne todo el "espíritu y la experiencia" de una generación a la que él pertenece y desde la cual escribe.Por su parte, el narrador y ensayista cubano Reynaldo González se refirió al interés despertado por el libro en Cuba, porque "trata de asuntos que no se han manejado en la opinión pública cubana".González, quien comentó la novela junto al ex diplomático cubano Raúl Roa, mencionó que la obra toca inquietudes de Padura y de sus compatriotas contemporáneos."Mi generación llegó a la revolución (cubana de 1959) con muchísimas lagunas y esas lagunas fueron ampliándose con el silencio", señaló González, de 71 años, al referirse a fenómenos como el ocultamiento de información."Las realidades de la Unión Soviética no nos fueron dichas, y creo que muchísimos comunistas bien intencionados, esforzados, que murieron por las ideas del comunismo, que lucharon por ellas y envejecieron, tampoco supieron nunca", apuntó.
La edición cubana de "El hombre que amaba a los perros" ha estado a cargo de la Editorial Unión, de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, y es inicialmente de 4.000 ejemplares".

http://www.miamidiario.com/entretenimiento/padura-/edicion-en-cuba-/novela-trotsky-rompe-mitos-/novelas-de-cuba-/3156

domingo, 20 de febrero de 2011

...Trotsky desclasificado

Breton, Rivera y Trotsky

En el marco de la Feria Internacional Del Libro en Cuba la página cubana www.cubarte.cult.cu, publicó hoy 20 de febrero una nota sobre la presententación del libro El Hombre Que Amaba A Los Perros de Leonardo Padura.

Es curioso, como ahora después de tantos años, el gobierno cubano permita éstas presentaciones, pues el libro -según la nota- habla abiertamente sobre los detalles de la muerte de León Trotsky, la historia de la novela discursa alrededor del tema, Trotsky, quien fuera asesinado por Ramón Mercader, agente del Stalinismo, que luego y sólo después de ser acogido por Neruda fue recibido y condecorado por el Gobierno "C".

La importancia teórica de los textos trotskistas para la revolución mundial es enorme, Cuba se encuentra evidentemente ante una encrucijada para dicho objetivo. Trotsky, durante su última etapa de vida en México, tuvo un importante acercamiento con los artistas Diego de Rivera, André Breton y Frida Kahlo, junto a Rivera y Breton desarrollaron el Manifiesto Por Un Arte Revolucionario Independiente.

Pero vean ustedes mismos la nota (la cual pueden ver completa en http://www.cubarte.cult.cu/periodico/opinion/17249/17249.html):

“Durante mucho tiempo, en nuestra infancia y juventud, oímos hablar de Trotsky como una figura oscura de la Revolución de Octubre y los primeros años de la URSS. Las palabras “revisionista” (dicha como un anatema) y “traidor”, no faltaban entre sus calificativos, y si alguna vez se le reconocía cierto mérito era siempre a regañadientes y como preámbulo de fuertes críticas que lo sumían aún más en la oscuridad. Poco a poco, sin embargo, en tiempos de la Perestroika y tras la desintegración de la Unión Soviética, comenzamos a descubrir otra parte de la historia.

Piezas dispersas que el régimen de Stalin y sus herederos intentaron borrar, resurgían ahora y una extraña figura adquiría forma gradualmente en el rompecabezas de los acontecimientos. Nada era tan simple y tan bueno como nos hicieron creer de niños: un silencio --que ahora resultaba escandaloso-- encubría la realidad compleja de aquellos primeros años del socialismo soviético. En medio de la confusión la imagen de Trotsky comenzaba a ganar otros matices, y las circunstancias de su muerte dejaban ver que, de algún modo, lo que ese silencio trataba de ocultar extendía sus tentáculos --todavía soterrados, todavía fuertes-- a través de décadas y continentes.

La novela El hombre que amaba a los perros, de Leonardo Parada, que Ediciones Unión presentó en esta Feria Internacional del Libro, y cuya tirada se agotó totalmente en cuestión de minutos ante la avidez del público lector que asistió a la Cabaña, vuelve sobre esa historia todavía llena de misterios. El estalinismo y sus largos brazos camuflados, la figura de Trotsky y los detalles de su asesinato, el terror que logró establecerse en el poder tras la muerte de Lenin, sus efectos paralizadores, que al final dieron al traste con la posibilidad de realizar uno de los mayores sueños de la humanidad --esa sociedad justa donde todos pudieran ser plenamente--, son el tema de este nuevo libro de Padura. Eso y los avatares que trajeron a vivir en Cuba al agente secreto Ramón Mercader, quien en 1940 cumplió la orden estalinista de matar a Trotsky.”

lunes, 14 de febrero de 2011

Nadie se salva

[Foto: MJC]

Por: Martín Cálix

Recorrí ésta tarde tu cintura taciturna, enmudecido por el miedo de tus ojos vi apilados los periódicos del miedo. Ellos como bestias intentaban que entraras en un ataúd de palabras mal hechas, construidas a partir de la sangre de gentes inconclusas.

La tenue luz de la calle a las tres de la tarde envejeció dos horas después y moríamos junto a tu nombre los transeúntes de lo inhóspito. Tu cadera de pelvis rota explotaba al tiempo que el África ancestral cambia el oxígeno de sus uñas. Pululan niños mediocres y nosotros inmóviles ante el crimen nos dibujamos sonrisas para ser parte del teatro.

Te pregunté algo que no tenía respuesta. Te denuncié sin haber cometido delito. Ahora estoy desnudo junto a ellos, hecho de papel, de palabras mal hechas a partir de personas inconclusas. Me veo convexo. Me confieso inútil. Me puedo morir y sin que me importe. Me puedo quedar sólo viéndome. Aún así jamás borraré la cadencia de tu fiebre, la firmeza de tu mirada, la ternura de tu espíritu.

Recorrí ésta tarde tu cintura taciturna, enmudecido por el miedo de tus ojos vi apilados a los perros del odio. Me eché a tu lado para que ellos comieran de mi carne, de mi hueso, de mis vísceras. Porque al final del día nadie se salva amor mío, en éste pútrido e inhóspito país.

viernes, 11 de febrero de 2011

SMS

Por: Martín Cálix


K: hola, donde has estado?

J: ocupado por ahí…

K: pero es que no das señales de vida! ;/

J: pero es que he estado muy ocupado, pura chamba!

K: y el libro, me lo vas a prestar?

J: cuál era?

K: ves? …nunca me prestas atención!!! ;/

J: diculpá he estado muy distraído…

K: yo diría que es tu “modus operanding”

J: que dura que sos conmigo!!!

K: jajajajajajajajaja…

J: bueno, bueno…

K: mi libro! …no te olvides de mí porfa!

J: que libro es?

K: “Las Virtudes De Onán”!

J: pero me lo cuidas…

K: si vos, como mis ojos!

J: vaya pues, voy a confiar en vos!

K: tengo sueño, besos…

J: “besos”? …adónde me los pongo!?

K: ya vas, no te digo pues que sos un acosador!

J: ah ya… no te vuelvo a decir nada!

K: jajajajaja… eso espero, siempre decís lo mismo!

J: jajajajaja…

K: bueno, ya que tengo sueño!

J: ok, besos, cuidate!

jueves, 10 de febrero de 2011

Paseo diurno


Por: Martín Cálix

La levedad de éste día me causó asombro. Pero no tanto como para correr detrás de los niños en el parque sino un asombro asolapado.

“Correr” –pensé– “que ingenuos estos niños, ¿acaso no saben en qué país viven?” –Me inquirí en silencio–. Pero tenían razón de ir corriendo, los conos de aquel vendedor en el parque se acababan y el calor no dejaba mayores opciones.

Algunos tropezaban entre ellos, dando espacio a los más lentos como yo, para poder llegar primero y declarar míos todos los conos del pueblo. Entonces una duda me asalto: ¿Cuántos conos come un hombre para poder ser feliz? Un olor a mierda invadió el parque, era yo, mi egoísmo putrefacto era el último grito de la moda para poder convencer a esos niños de mi lastima.

lunes, 7 de febrero de 2011

"El poeta es un ciudadano normal"



En algún momento, creo que fue mi padre, no sé muy bien a quien culpar hoy, pero alguien me dijo que a medida uno se vuelve viejo dice las cosas de forma más sencillas pero a la vez más complejas.
No quisiera imaginar que una mañana amanezca viejo y no sea capaz entonces de decir las cosas de forma sencilla y me complique la vida hasta pidiendo un café. Esa sensación es extraña y me consuelo imaginándome Ángel Gonzáles, viejo, sabio, sencillo, poeta.

viernes, 4 de febrero de 2011

Los poetas deberían tener un salón de la fama

¡Los poetas deberían tener un salón de la fama!
¿Sino adónde irán a insultarlos después de muertos?

Los presidentes,
los periodistas que nunca entendieron sus respuestas,
la sociedad de damas,
los rotarios,
el diputado cerdo de aquél pueblito,
los alumnos de español general en la universidad,
la señora cuya hija fue asaltada con un verso de Benedetti,
los dueños de las librerías porque la poesía no se lleva con el marketing,
los que los leyeron mucho y se transmutaron en ellos
y hasta aquéllos que nunca los leyeron
porque la poesía no tiene un programa en la TV
los domingos a las cuatro de la tarde.


Por: Martín Cálix
/de: "Habitando El Tiempo De La Mariposa"/

miércoles, 2 de febrero de 2011

Mochuelo

Por: Martín Cálix

Jamás se piensa en volver a pasar el mismo camino, sin embargo redibujamos nuestra historia entre la basura que nos queda, justamente, exactamente, cada mañana. Excepto los domingos.

Cálculo tras cálculo, medida precisa que vacilantemente se nos insinúa. Pero jamás se piensa en volver a pasar el mismo camino. Y mientras tanto si pienso y escucho “anclado al aire” de Perro Zompopo. Ayer fue sábado, uno cualquiera, de lo más ordinario. Hoy es domingo, aunque pudiera ser martes, jueves… pero es domingo y tengo que aguantar su forma, su color, y sobre todo su olor.

He pensado en el suicidio como una opción válida, pero recuerdo al poeta decir más o menos algo como, “no muero por no darle gusto a mis enemigos”, y así como que lo obligan a uno a seguir viviendo y resistiendo.

Ayer pensaba que los demonios habían vuelto a aparecer, ahora creo que nunca se han ido y que tampoco han sido demonios sino más bien dragones que invernan en mi mesa, entonces he decidido quererlos. Hoy los estoy reacomodando para que haya espacio suficiente en la mesa para poder escribir, fumar, tomar café y que ellos duerman, algunas veces apilados y otras en mi pecho.

Como he decidido quererlos les voy a dar un nombre a cada uno, al azul le pondré Gabo, a la verde le pondré Kahlo y al rojo por parecerse a mi le pondré Kan.

Serán ellos mis cómplices, mis amores nocturnos, mis odios más profundos, mi alter ego, serán yo y no serán nunca como yo. Porque vaciados de esencia se alimentaran de mí.

A mis dragones los llevaré por las amplias casas de mis amigos que tampoco son muchos. Los llevaré a codificar los adoquines de Trinidad, los convenceré de agarrar un fusil y desembocar en el Aguán.

Los animaré a escribir poesía y reavivar el fuego dormido que dejaste al partir, y te amaran con tanto odio como lo hago yo. Irán montados en la cintura de mi madre y de la mano de Sebastián. Acumularán los más hermosos sueños de Abigail, tropezarán con el flujo cardinal de mi padre y ahondaran en sus razones perdidas.

A la lluvia le ordenaran a quedarse quieta, alejando así todas mis tristezas. Tocaran las canciones hermosas que vienen del sur y de ésa isla perdida, esas canciones que me dan vida. Sabrán de la iberia y su dolor. Sabrán que no soy de aquí y me aceptarán los vicios más carnales que en cada cambio de piel vuelven a aflorar.