jueves, 31 de enero de 2019

Arriba en la montaña


–No sé leer, no me gustaba mucho la escuela, siento que perdía el tiempo.
–Y no te gustaría al menos, no sé, leer.
–Sí.

José no vive en el valle, vive arriba, en la montaña, pero todo lo que pasa en el valle afecta la vida de las personas en la montaña. Antes –dicen quienes viven en la montaña– la montaña le pertenecía a Los Cachiros. Hoy no se sabe. A las hidroeléctricas, a la palma aceitera, a los políticos, a cualquiera menos a los habitantes de las comunidades en la montaña. La montaña es el Parque Nacional Carlos Escaleras.

Las personas que viven aquí protegen al Río San Pedro de una hidroeléctrica. Campesinos, campesinas, anónimos todos porque temen la represión estatal. José, de 15 años, fuma su cigarrillo en la parte de atrás del pick-up en el que vamos cuesta abajo, y me cuenta que le gusta la música, de todo dice, la música de banda, el rock dice, pero que Bad Bunny es su cantante preferido. José, como muchos jóvenes en las montañas de Tocoa, tiene escasas oportunidades de educación, pero si algo saben estos jóvenes es que proteger el agua es importante.

Del Río San Pedro las comunidades se alimentan y beben, en el Río San Pedro las personas se bañan y conviven.

–Si contaminaran el río no podríamos pescar.
–¿Y vos pescás?
–Sí, pero no soy muy bueno.

Y se ríe viendo el río. Imaginando –quizá– los peces que jamás atrapará.