“Las historias para niños deben escribirse con palabras muy sencillas, porque los niños al ser pequeños, saben pocas palabras y no las quieren muy complicadas”, decía Saramago, al escribir La Flor Más Grande Del Mundo.
Sobre la literatura infantil se ha escrito cantidades enormes de páginas, físicas y ahora también virtuales. El valor de la literatura infantil es incalculable. Pero los grados de complejidad alcanzados en una obra tan importante para la literatura hondureña, sólo los sabe su escritor, Eduardo Callejas.
Callejas aborda paisajes, memoria, olores y un universo multicolor de situaciones a lo largo de la trama. Benito y Anselmo son nuestros anfitriones en ésta hermosa casa con vista al mar.
La sencillez pero a la vez complejidad alcanzada en Benito El Pelícano, ha llevado a Callejas a quedarse con nosotros mucho más tiempo quizás del que él pensaba. Ésta misma razón ha permitido que Joan Bouchard deseara traducirla al inglés, hoy celebramos éste logro alcanzado por Eduardo Callejas, pocos escritores nacionales ha logrado ser traducidos en otros idiomas. Pero la importancia, la permanencia y la trascendencia de la obra han podido hacer posible que esto sucediera. ¡Enhorabuena maestro Callejas!
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