viernes, 25 de julio de 2014

subVersiva, el reto es sobrevivir

[Miguel Acosta, Adrián Bernal y su servilleta]

¿Qué putas estábamos pensando cuando decidimos fundar subVersiva? No lo recuerdo, y para serles honesto no es tan importante. Lo verdaderamente importante es que a lo largo de un año nos hemos dado cuenta sobre todo, de las enormes desventajas de sobrevivir en el mundo editorial.

Siempre es bueno cumplir el ciclo, darle la vuelta y esperar que lo que viene será mejor. Hoy, hace un año, nosotros estábamos presentando Sangre y ceniza, nuestro primer poemario como sello y el primero de la autora. Mucha mierda se nos ha tirado por su publicación, mucho más, seguro que se ha dicho a nuestras espaldas y está bien, eso siempre está bien, porque caminar sobre la mierda sólo te recuerda que Honduras es un hermoso potrero, y es por eso que el medio literario está lleno de vacas, rumiantes y hermosas vacas.

subVersiva surgió como parte del proceso natural de las cosas, los involucrados, que por eso de la vida hoy estamos dispersos en tres países, separados por la levedad de la nostalgia de aquellos días de cerveza y mota. La editorial fue en parte la culminación del proceso de la IPV, quienes estuvimos involucrados en la Internacional de Poetas Violentos, hoy, sabemos también que esos días significó un punto alto para nuestros procesos creativos.

Pero vivir de la nostalgia llega a ser cansón, es por eso que mejor le damos la vuelta a todo y lo vemos con buena cara, sonreír a todas las estupideces hermosas que hicimos y creer que subVersiva no es un proyecto fallido. Después de un año es todo lo que nos queda, un año de incipiente producción, un año de aprendizajes enormes. Después de un año sólo podemos presumir de ser los editores de Sangre y ceniza y Otra versión de vos. Fuimos, hasta el momento, incapaces de que subVersiva fuera un sello con mucha más presencia, las condiciones siempre estuvieron ahí y siguen estando. Siento que esta reflexión pública sirve también para eso, para darnos cuenta que tenemos aún un hermoso proyecto.

Me queda, personalmente, sentirme orgulloso del trabajo de mis compañeros y compañeras de la IPV y de todo lo que me enseñaron, sobre todo, que la poesía no debe ser utilizada para engañar a nadie, que debe ser consecuente con nuestra vida, con nuestros hermanos y hermanas de vida, esos que elegimos para amar.

Agradezco profundamente la confianza de Nincy Perdomo y Antonio Cienfuegos, por permitir que subVersiva publicara sus libros, nunca les ofrecimos nada y a cambio nos dieron todo. Estaré eternamente agradecido con Adrián Bernal, de quien aprendí mucho, sobre todo a ser un poco más humano y a Miguel Acosta con quien me he divertido mucho en el sello y espero esto siga, a Mayra Oyuela por creer y nunca dejar de hacerlo, a Erick Zelaya por esa fabulosa portada de Sangre y ceniza y a César Chinchilla por las hermosas portadas de Otra versión de vos y Un día como cualquiera.

subVersiva hoy cierra un ciclo y abre otro, esperando que los autores no nos manden a comer mierda y tengan paciencia de que sus libros serán publicados, me quedo en deuda con Ludwing Varela, con Sebastián Arce y con Alberto Sánchez, tres grandes escritores, tres grandes seres humanos, a los que bajo mi dirección en el sello no se les pudo publicar pero que ahora que el proyecto se renueva, con Miguel Acosta al frente, debemos confiar...


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