Comienza el viaje de retorno, un profundo viaje a nunca jamás. Esto es lo que somos, los excluidos del odio, la tormenta inagotable en el día de su funeral.
Publiqué mi primera nota hace mucho, ésta página descasaba en paz, pero he querido reavivarme, sacarme del letargo, dejar de lucir opaco. Y decidí entonces volver a editar éste dulce y pequeño hogar virtual. Es como un retomar el camino.
Sencillamente porque las cosas pequeñas y hermosas que vos tenés me siguen sorprendiendo. Porque la luz de tus pasos delgados de niña-carbón me desgarra las pupilas y porque sencillamente me da la regalada gana de reconstruirme.
sábado, 8 de enero de 2011
¡Porque Sí!
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