sábado, 25 de agosto de 2012

Goodbye Neil…



En medio de la Guerra Fría, el proyecto de alcanzar la luna se veía como algo más allá de un simple reto. Cuando en 1961 Yuri Gagarin se convierte en el primer hombre en el espacio, los Estados Unidos consideraron que esto no lo podían permitir, era una batalla tecnológica y armamentista entre los dos imperios que habían emergido como una bestia de dos cabezas después de la Segunda Guerra Mundial, no bastaba la repartición del mundo, la tapa de la botella estaba en alzarse con el trofeo mayor: llegar primeros a la luna.

Así el señor presidente John F. Kenedy se empeñó en que la luna sería alcanzada primero por los Estados Unidos antes que por la Unión Soviética.

Y dijo: “Escogimos ir a la luna en esta década y hacer otras cosas, no porque fueran fáciles sino porque eran duras”.

En la canción “Nací en el 63”, Fito Páez hace referencia a este hecho histórico cuando dice: “el '69 me encontró viendo a ese hombre en esa luna televisada”.

Recientemente vi la película “Despicable me” cuyo título al español fue traducido como “Mi villano favorito” dirigida por Pierre Coffin y Chris Renaud en donde el personaje principal, Gru, este villano, que no es en realidad uno sino un antivillano, se ve ennoblecido por tres creaturas, Margo, Edith y Agnes, que llegan a su vida, en la película,Gru termina robándose temporalmente la luna, pero luego la devuelve porque se da cuenta que es una misión imposible, como también es imposible verla y no remitirnos al hecho de que en 1969 Neil Armstrong y Buzz Aldrin realizaron con “éxito” el alunizaje.


¿Pasó en realidad? Pregúntenle a Stanley Kubrick, pero él ya está muerto, así que si le preguntamos a Cristiane Kubrick ella diría que su famoso esposo, más conocido por películas como “2001: A Space Odyssey”, “A Clockwork Orange” y “The Shining”, sería el responsable de otro metraje más de ficción: “La llegada del hombre a la luna”, protagonizada por Neil Armstrong y Buzz Aldrin, de cuyo guión se extraería una de las expresiones más famosas que he escuchado: "éste es un pequeño paso para un hombre pero un gran salto para la humanidad".

Un dato curioso es que para la realización de “Barry Lyndon”, Kubrick, estaba obsesionado con captar en ella la atmósfera del siglo XVIII, pero la tecnología disponible en el mercado para esos años no se lo permitían, investigando encontró en una revista de ciencia que era la misma tecnología que utilizaba la NASA la que le daría lo que él buscaba y se puso en contacto con ellos y que posteriormente Kubrick trabajaría en el proyecto del alunizaje para la NASA.

Goodbye Neil… ahora que te has ido.

Posdata: ...querido Neil, ¿por qué nadie volvió a la luna?


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