domingo, 1 de diciembre de 2013

La tarea de construir la nueva dirección


La retórica de Xiomara al afirmar que, "volvemos pacíficamente a las calles de donde surgimos..." es el arma más letal contra la movilización popular. Decir para no hacer, la política de la dirección de LIBRE y el FNRP es clara, no están interesados en la construcción real de un poder que pertenezca a la base.

Lo de hoy 1 de diciembre, además domingo, fue la caminata dominical de compas, amigos, de lo que sea, pero no una movilización de un partido de masas que afirma tener la capacidad de derrotar al golpismo en las calles y en las urnas. Ya lo del fraude es hasta cierto punto un asunto sin contenido, aquí estamos hablando de la oportunidad de darle coherencia a un proceso que se encamine cada vez más a la revolución, palabra profana para las direcciones.

El problema sigue siendo un asunto de dirección o el problema es que nunca hemos tenido una, quizá, el primer error del movimiento popular fue abandonar su programa y su estructura orgánica y democrática, cambiar años de lucha y construcción real por la consigna de la constituyente y el retorno de Zelaya. Hay que decir las cosas como son, la dirección del movimiento popular claudicó a Zelaya desde el principio, abandonó no sólo su programa sino los métodos tradicionales de lucha, esos que de manera natural son propios de las estructuras populares, las cosas como son, aquí el problema es que necesitamos construir esa dirección desde cero, una nueva, la actual es inservible.

Es necesario volver a la base, que desde ahí se construya el proceso, que sea desde la base que salga una dirección dispuesta a dar claridad al futuro de la resistencia, lo que se nos viene son cuatro años de duro y abierto enfrentamiento contra la maquinaria represora del estado, el país está militarizado desde hace años y no hay mecanismos tangibles sobre cómo contrarrestar en materia de seguridad lo mínimo.


José Antonio Ardón murió y el mensaje es claro, el aparato represivo no se detendrá a pensar nada, hoy ha sido un día triste, tener que haber llevado el ataúd con el cuerpo de nuestro compañero y ser testigos de la incapacidad de cuajar un camino hacia una victoria posible, a pesar de que la gente está dispuesta a la lucha, está dispuesta a dar la batalla, porque esas condiciones están dadas en Honduras donde lo único cierto es la incertidumbre la necesidad de una nueva dirección y que ésta esté supeditada a la base es hoy la primera tarea del proceso.

En ese sentido lo que todos y todas debemos entender es que, lo hacemos, militamos para eso, nos organizamos de una vez para llevar a cabo la tarea de construir esa nueva dirección y reorientamos la lucha bajo la dinámica popular, es decir, que esto nos dará un poder real en las calles o nos condenamos al fracaso.

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